Día 1 – Suroeste de la Isla de Madeira
Comienza tu aventura en la costa suroeste de Madeira con una visita a las impresionantes Cascadas de São Vicente. Situadas entre las exuberantes montañas de la isla, ofrecen vistas espectaculares y son ideales para tomar fotos y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
La siguiente parada es el Mirador Véu da Noiva, donde podrás contemplar una vista panorámica del océano Atlántico y la emblemática cascada que, al caer por los acantilados, se asemeja al velo de una novia. Es un lugar imperdible para apreciar el paisaje costero y sentir la brisa marina.
Continúa hacia las Poças das Lesmas, en Seixal, unas piscinas naturales formadas por roca volcánica. Rodeadas por un paisaje impresionante, son perfectas para darte un baño refrescante en aguas cristalinas.
Tu próximo destino es el encantador pueblo de Porto Moniz, famoso por sus piscinas naturales de lava. Tómate un tiempo para explorar la zona o simplemente relájate y disfruta del entorno.
Desde Porto Moniz, dirígete al Paúl da Serra, el mayor altiplano de Madeira. Con sus amplias llanuras y vistas panorámicas, ofrece un contraste fascinante con el resto de la isla, ideal para una caminata ligera o para sacar fotos impresionantes.
Haz una pausa en el Bar O Rochão, ubicado en Loreto, un lugar acogedor con un ambiente agradable donde podrás tomar una bebida, usar los servicios y descansar. Aprovecha también para almorzar en un restaurante local que sirve platos típicos de Madeira. Es la oportunidad perfecta para saborear la gastronomía regional en un ambiente tranquilo.
Después del almuerzo, continúa hacia Calheta, conocida por sus playas de arena dorada y aguas tranquilas, ideales para un paseo junto al mar. También puedes disfrutar de su bonito puerto deportivo.
Finaliza el día con un recorrido relajante por Madalena do Mar, un pintoresco pueblo costero famoso por sus plantaciones de plátanos y sus espectaculares vistas al mar. Una forma serena de concluir un día lleno de naturaleza y experiencias inolvidables.
Este itinerario ofrece una combinación perfecta de paisajes naturales, momentos de relajación y paradas gastronómicas deliciosas, asegurando un día inolvidable en el suroeste de Madeira.
Día 2 – Noreste de la Isla de Madeira
Comenzamos el día en la animada ciudad de Funchal, capital de Madeira. Salimos de la ciudad en dirección al Mirador del Pináculo, donde disfrutaremos de una vista panorámica impresionante del océano Atlántico y de los paisajes circundantes.
Después, continuamos hacia Montado do Pereiro, una zona tranquila y verde, ideal para los amantes de la naturaleza y para quienes buscan un paseo relajante entre la vegetación.
El siguiente destino es Poiso, un paso de montaña muy conocido y un punto clave en la red de carreteras de Madeira. Es un buen lugar para hacer una pequeña pausa y respirar el aire puro de la sierra.
Seguimos hacia Ribeiro Frio, un encantador pueblo famoso por sus criaderos de truchas y sus bosques de laurisilva, reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Desde aquí realizamos una caminata hasta el Mirador de los Balcones, que ofrece una vista espectacular de los valles profundos y las montañas cubiertas de vegetación.
La ruta continúa hacia Santana, una localidad pintoresca conocida por sus tradicionales casas de techo de paja. Aquí podemos hacer una parada para almorzar (opcional) en un restaurante local, donde se pueden degustar platos típicos como la espetada (brocheta de carne asada) o el bolo do caco (pan tradicional con mantequilla de ajo).
Después de un almuerzo reconfortante, nos dirigimos a la zona de Cortado, una región escénica ideal para admirar la belleza natural y el terreno montañoso de la isla.
Nuestra siguiente parada es el Mirador del Guindaste, que ofrece una vista impresionante de la costa noreste. Los acantilados y el océano crean un paisaje perfecto para la fotografía y la contemplación.
Por último, visitamos Ponta do Rosto, en la Ponta de São Lourenço, en el extremo oriental de Madeira. Este mirador es famoso por sus impactantes vistas del mar y por las formaciones rocosas únicas de la costa. Un lugar espectacular para cerrar nuestro día de exploración.
Tras un día repleto de paisajes memorables y experiencias únicas, regresamos a Funchal, poniendo fin a esta ruta escénica por el noreste de Madeira.