Noreste de la Isla de Madeira
Comenzamos nuestro viaje en la vibrante ciudad de Funchal, la capital de Madeira. Al salir de Funchal, tomamos la carretera hacia el mirador del Pináculo, que ofrece una vista panorámica impresionante del océano Atlántico y de los paisajes circundantes.
Después de disfrutar del hermoso paisaje en el Pináculo, continuamos nuestro recorrido hacia Montado do Pereiro. Esta zona es conocida por su vegetación exuberante y su entorno tranquilo, lo que la convierte en un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza que deseen explorar y disfrutar de un paseo apacible.
Desde Montado do Pereiro nos dirigimos a Poiso, un popular paso de montaña. Poiso es un punto clave en la red vial de Madeira y un excelente lugar para hacer una breve parada y respirar el aire de la montaña.
A continuación, nos dirigimos a Ribeiro Frio, un encantador pueblo famoso por su belleza natural y la cría de truchas. Aquí visitamos el renombrado mirador de los Balcões, que ofrece una vista asombrosa de los profundos valles y las montañas verdes cubiertas por los bosques de laurisilva, un sitio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Saliendo de Ribeiro Frio, nuestro viaje continúa hacia Santana, un pintoresco pueblo conocido por sus tradicionales casas de techos de paja. En Santana hacemos una pausa para disfrutar de un delicioso almuerzo en un restaurante local (opcional), donde podemos degustar especialidades madeirenses como la espetada (carne de vacuno a la parrilla en brocheta) o el bolo do caco (pan tradicional).
Después de un almuerzo reconfortante, nos dirigimos a Cortado, una zona escénica que ofrece una excelente oportunidad para admirar el terreno escarpado y el esplendor natural de Madeira.
Nuestra siguiente parada es el mirador de Guindaste, que ofrece una vista dramática e impresionante de la costa noreste. Los acantilados y el océano crean un fondo espectacular, perfecto para la fotografía y la contemplación tranquila.
Finalmente, visitamos Ponta do Rosto, en Ponta de São Lourenço, situada en el extremo oriental de la isla. Este mirador es conocido por sus vistas impactantes del mar y las formaciones rocosas únicas a lo largo de la costa. Es un lugar fantástico para concluir nuestro día de exploración.
Después de un día lleno de paisajes y experiencias inolvidables, regresamos a Funchal, dando por finalizada nuestra ruta panorámica.